lunes, 25 de abril de 2011

/el podér de las palábras/

Cuando retumban,
Creadoras y nuevas, las palabras,
Y cuando los dioses
 lanzan los dados...

FEDERICO NIETZSCHE


"En el principio era el Verbo,
y el Verbo estaba en Dios,
y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio en Dios..."
(Jn 1, 1-3).
Articulo #1
[el poder ficticio de la palabra]

EL PODER ficticio DE LA PALABRA

Nota  realizada por el Prof. Horacio Velmont, basada en las canalizaciones del Prof. Jorge Olguín.

Un profesor nunca experimenta, sino que enseña. Mi primera enseñanza es que no deben reaccionar a las palabras, porque las palabras no tienen ninguna fuerza. La fuerza se las da uno. Ustedes me pueden dar un poder de agredirlos que yo no tengo (ni tampoco nadie tiene). Tengan en cuenta que cuanto más susceptible es una persona, más débil es.  Lo que el trabajo interno logra es hacerlos fuertes. Y es fuerte el que no le da ningún poder al otro. Lo único que tienen que hacer es quitarle al otro el poder que le dieron. Y como profesor me sentiré satisfecho cuando vea que nada de lo que dice otra persona les hace reaccionar. Si primero no aprenden esta lección, nunca podrán ver la enseñanza más profunda que hay detrás de mis palabras. 
Un fuerte y sincero abrazo a todos: Horacio Velmont.

http://www.grupoelron.org/notas/elpoderdelapalabra.htm


Comentario

Este artículo nos refiere a que el poder que le damos a la palabra es totalmente superficial, y que todo perjuicio, impacto, revelación o sentimiento que cause es de total dependencia del estado de la persona quién la recibe. Habla del trabajo interno, y de la susceptibilidad; negando por completo, de manera objetiva y periodística, el poder emocional que tiene la palabra en las relaciones humanas. La reflexión a la que nos lleva el autor es a que para poder descubrir el verdadero significado de las palabras y su mensaje, tenemos que aprender a no reaccionar ni permitir que el poder ficticio de la palabra nos domine o nos debilite.

Articulo #2
[fragmento]
“…La palabra ha sido reverenciada en todos las culturas. Tanto es así que no existe una sola civilización en la que no haya una bella leyenda sobre su aparición. Así lo relatan los dogones, tribu africana aislada durante siglos en la frontera de Malí y Burkina Fasso: “el Séptimo recibió pues el conocimiento de un verbo, no ya reservado a unos pocos, sino destinado a la totalidad de los hombres…” […]
http://elmistico.com.ar/novedades/el_poder_dela_palabra.htm



Comentario
Nos encontramos con el asombro del origen de la palabra. Cuan única y digna de reverencia, que en cada cultura ha tenido un desarrollo distinto y un impacto que nos ha llevado a lo que conocemos como verbo. Muchos relatos distintos brindan la palabra, su aparición, su apogeo, su riqueza… La mayoría de culturas, cabe mencionar puesto que la fuente de este artículo es una página web cristiana católica, remonta el origen del verbo al antiguo testamento, a la necesidad de comunicación de los primeros seres humanos, Adán y Eva; luego con la caída de la torre de babel se da según la biblia la aparición de nuevas lenguas y el momento en el que a todos los israelitas se les hizo imposible entenderse.

Articulo #3
[el poder de la palabra]


Lo innombrado es lo ignorado. La palabra es punto de partida de todo lo que es humano. La correspondencia entre los hombres y el mundo pasa siempre por la mediación de la palabra. Ella es voz que nombra la realidad, es referencia y signo que determina todas las representaciones. Las edades de los hombres suelen dibujarse sobre algunas particulares palabras.

Nadie puede sustraerse a la sospecha de un mágico poder surgiendo de las palabras; intuir que existan secretas y hondas afinidades entre las cosas y los nombres de las cosas. Para los griegos, las palabras eran representaciones. Pronunciarlas equivalía a evocar lo nombrado con todas sus cualidades esenciales. Los nombres cobraban, así, el mismo valor de las cosas. "Qué poder -se pregunta PLATÓN en su diálogo Cratilo- tienen para nosotros los nombres?". La respuesta que él mismo se da es clara y contundente: "quien sabe los nombres sabe las cosas". Esa concepción cedería paso a otra que conciba a las palabras como signos convencionales sin relación alguna con la cosa nombrada. Para los griegos, onoma (nombre, palabra) se relacionaba con nomos que significaba organización, verdad, principio, fundamento, disposición. Todas las cosas y todas las acciones en el universo obedecían a una lógica propia de la naturaleza, esto es, a un nomos.

Articulo #4
[el poder de la palabra]


El Poder de la Palabra
Junio 2006
Presentación del tema: Dra. Ana María Otero
Anécdota

Se cuenta que en una colina veneciana había un sabio, al que dos jóvenes quisieron desafiar. Fueron a su encuentro llevando un pajarito en la mano, y le preguntaron al sabio si el pájaro estaba vivo o muerto. Él sabio, sin dudarlo les respondió que estaba como ellos quisieran. Si decía muerto, abrirían la mano y el pájaro saldría volando, si decía vivo, apretaban un poco la mano y estaría muerto. Él sabio les reafirmo así que el pájaro estaba como ellos quisieran…
¿Qué es la Palabra?
La palabra hablada o escrita es la expresión más perfecta de nuestro pensamiento, nos revela al mundo exterior y es el vínculo más potente y eficaz de nuestras relaciones recíprocas.
La palabra articulada es uno de los más grandes privilegios humanos. Y constituye la expresión más perfecta de nuestro pensamiento.
La palabra es un poderoso soberano, que con un pequeñísimo y muy invisible cuerpo realiza empresas absolutamente divinas. En efecto, puede eliminar el temor, suprimir la tristeza, infundir alegría, aumentar la compasión.
¿Cuál es el poder de la palabra?
Es el poder de la comunicación. Voy a referirme a la palabra en tanto medio que poseemos los humanos para comunicarnos.
La comunicación es el fundamento de toda relación humana, comunicación entre las personas, comunicación de persona a grupo de personas, comunicación de grupos a grupos.

http://www.smu.org.uy/elsmu/comisiones/reencuentro/jornadas/palabra.html
Articulo #5
[el poder de la palabra]
El poder de la palabra
"En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio en Dios..." (Jn 1, 1-3).
El verbo, la Palabra... ¡Cuánta importancia le hemos dado desde los tiempos más remotos!
Al margen de consideraciones de tipo religioso o doctrinales, la palabra forma parte desde siempre de la naturaleza humana; es lo que nos distingue de otras especies no racionales.
La palabra como transmisora de "ideas", como instrumento indispensable en la comunicación, como informadora de nuestro pasado, como ilustradora de nuestro presente y como expresión de nuestros anhelos de futuro.
La palabra es capaz de desvelar nuestra intimidad más oculta, por la palabra nos abrimos al mundo exterior, a los demás, a los seres que apreciamos y a los que despreciamos, a los que amamos y a los que odiamos.
Por medio de la palabra podemos sacar lo más ruin y lo más hermoso de nuestra naturaleza.
La palabra puede humillar, ofender, herir, incluso matar; pero al mismo tiempo la palabra puede ensalzar, encumbrar, animar, divertir, acariciar...
Con la palabra se enardecen los ejércitos, se arrastra a las masas, se convence a la persona de su superioridad o de su inferioridad... La palabra persuade y disuade.
Muchos seres humanos han alcanzado la gloria y la inmortalidad por el uso de la palabra; otros han sido perseguidos, encarcelados, excomulgados, exiliados y "ajusticiados" por el uso de la palabra.
La palabra divulga ideas incómodas e incluso peligrosas para algunas personas, instituciones u organismos; otras veces adula al poderoso con la vaga ilusión de obtener algún beneficio material.
En ocasiones anula voluntades, socava opiniones, induce acciones, intenciones y situaciones. Puede convertirse en un arma poderosa para conseguir nuestros objetivos, para destruir a nuestros enemigos, para contentar a nuestros amigos.
A veces desconocemos o despreciamos el poder de la palabra y la usamos de manera inconsciente, provocamos situaciones desagradables y en ocasiones irreversibles.
Por favor, sepamos rectificar a tiempo y no perdamos de vista lo que tenemos entre manos. El poder de la palabra es ilimitado. No la usemos de cualquier manera. Usémosla como expresión de nuestra libertad, pero seamos prudentes para no convertirnos en sus esclavos. Tomemos precauciones inteligentes. Seguro que nos alegraremos.

http://lenguajarcia.blogspot.com/2007/03/el-poder-de-la-palabra.html



1 comentario:

  1. Qué excelente colección de textos, muy interesantes, quizá hable de algo como esto en mi clase de mañana.

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